La Asociación Brasileña de Industria Textil y de Confección (Abit) dice que la estrategia es fortalecer el comercio con los países latinoamericanos y centroamericanos y ampliar las ventas a México, Estados Unidos y Europa, así como otros mercados no tradicionales
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La industria textil y de la confección, que factura 50 mil millones de dólares al año, invierte en exportaciones para evitar la crisis económica actual e invertir un escenario de caída en la producción y despidos que se han arrastrado desde 2014. Tras la caída de las ventas en el extranjero debido a la crisis en Argentina, la Asociación Brasileña de Industria Textil y de Confección (Abit) afirma que la estrategia es fortalecer el comercio con los países latinoamericanos y centroamericanos y ampliar las ventas a México, Estados Unidos y Europa, así como otros mercados no tradicionales. "Lo que queremos es reanudar la cuota de mercado del 1% del comercio mundial en los próximos diez años", dijo el presidente Abit Rafael Cervone.
El objetivo es audaz, ya que, a pesar de haber alcanzado este nivel en ventas mundiales durante 20 años, la participación actual de la industria textil brasileña es prácticamente en la mitad, a 0.47%, según Abit. Además de este escenario, las expectativas de la asociación de caída del 10% en fabricación textil, 12% en producción de ropa y 4% en ventas de ropa en 2015. "Además de las grandes acciones, lo que sucede es que el poder adquisitivo del brasileño ha caído. La población ha comenzado a salvar", dijo Cervone. También cita, como complicador para el segmento, la disputa por los clientes con productos electroelectrónicos. "Hace más de 15 años, nuestra industria no tenía una competencia tan fuerte con el juego móvil, iPad y video", dijo.
El presidente de Abit evalúa que la recuperación aún no llegará en 2015, pero si se toman medidas para conquistar nuevos mercados, el sector puede respirar desde mediados del próximo año. Cervone cita una encuesta de la asociación que muestra que actualmente el 85% de los empresarios de la industria consideran exportar sus productos en el horizonte de los próximos 5 años. En noviembre de 2014, el porcentaje fue del 50%. "Ya hemos calculado 776 acciones de diciembre de 2014 a noviembre de 2016, tratando con la formación de empresas, inteligencia competitiva, promoción comercial y participación en ferias y eventos en el extranjero", destacó.
Las acciones son asociaciones desarrolladas junto con la Agencia Brasileña para la Promoción de las Exportaciones e Inversiones (Apex-Brasil) y el Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior (MDIC) e incluyen la llegada de empresarios extranjeros y periodistas para eventos en Brasil. "Ahora el gobierno es mucho más ofensivo en los acuerdos de libre comercio", evaluó el ejecutivo. "Estos acuerdos con México, Estados Unidos y Europa pueden mejorar rápidamente los flujos comerciales y tener resultados muy rápidos", señaló. Se cita la intención de llegar a mercados no convencionales como el Oriente Medio a Australia y Asia.
La reciente valoración del dólar antes de lo real es uno de los factores que deben impulsar la rotación del comercio con otros países. "A nivel de hoy, el intercambio ya nos garantiza una mejora de la competitividad que justifica ser más optimista sobre el futuro de las exportaciones y la desaceleración del ritmo de crecimiento de las importaciones". Para Cervone, si la nueva postura del gobierno provoca resultados a corto plazo, el resultado puede ser "muy significativo".
Una de las consecuencias positivas de este proceso es la ganancia de competitividad impuesta por la necesidad de aumentar la productividad para vender en el extranjero. El Presidente de Abit explica que las empresas exportadoras deben ser más competitivas y mejorar comparativamente en el mercado interno. "Esto favorece la nacionalización de la producción de productos importados". Según él, actualmente hay lugar para reemplazar alrededor de R$ 2 mil millones al año, del total R$ 7 mil millones en textiles importados.
Fuente: www.em. with.br