Un taladro de cobre es el objeto metálico más antiguo jamás encontrado por investigadores en el mundo. Con 4,1 centímetros de largo, 5 mm de ancho en su base y sólo 1 mm de ancho en su punta, en forma de cono, se encontró en la tumba de una mujer que tenía unos 40 años en el momento de su muerte, en un sitio arqueológico en Tel Tsaf, cerca del río Jordán, en la frontera entre Israel y Jordania. Descubrido en 1950, la zona era un pueblo entre 5,100 A.C. a 4.600 A.C. A finales de la década de 1970, los científicos comenzaron las excavaciones que duran hasta hoy. En el sitio, los investigadores han encontrado elementos de obsidiana, un cristal volcánico con orígenes en Anatolia o Armenia, así como conchas en el río Nilo y cerámica de Siria o Mesopotamia. El artefacto encontrado en las excavaciones fue acoplado a un mango de madera. Debido a que fue enterrado en la tumba de una mujer, los científicos presumen que pudo haber pertenecido a ella. Antes del descubrimiento, la primera evidencia para el uso de metal en el antiguo Oriente se encontraron en artefactos hechos de cobre encontrados en la cueva Nahal Qanah, entre 4.500 A.C. de 3.500 A.C. El taladro sugiere que las personas de la región comenzaron a usar metales antes de 5,100 A.C., es decir, siglos antes de lo que los científicos pensaban. El análisis químico del cobre también reveló que probablemente provenía de unos 1.000 km de la región del Cáucaso. El descubrimiento sugiere que las personas en esta zona importaron originalmente artefactos metálicos y sólo más tarde comenzaron a producirlos localmente. Este descubrimiento sugiere que los habitantes de Tel Tsaf ejercieron o al menos tenían familiaridad con tecnología avanzada, metalurgia, cientos de años antes de la difusión de artículos de cobre de Nahal Qana.